22/4/07

Aullido


He visto los mejores cerebros de mi generación destruidos por la locura, famélicos, histéricos, desnudos,

arrastrándose de madrugada por las calles de los negros en busca de un colérico picotazo,

pasotas de cabeza de ángel consumiéndose por la primigenia conexión celestial con la estrellada dinamo de la maquinaria de la noche,

que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías miradas, velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua fría flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz,

[...]

que estudiaban a Plotino Poe San Juan de la Cruz telepatía y la kabala bop porque el cosmos vibraba instintivamente a sus pies en Kansas,

[...]

que permitían que los virtuosos motoristas les dieran por el culo, y gritaban de gozo,

que mamaban y fueron mamados por esos serafines humanos, los marineros, caricias de amor Atlántico y Caribeño,

que follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas y el césped de los parques públicos y los cementerios dispersando su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera.

[...]


Aullido Allen Ginsberg

No hay comentarios: