7.
Están de paseo un domingo por la noche. Pero hace nada había sol. La oscuridad cae rápido en una ciudad de verano escueto. No les importan mucho ahora los astros y caminan contentos por las calles casi vacías de octubre.
Ya no son unos desconocidos como hace poco. La estimación mutua va creciendo y la confianza es palpable, sobre todo en la forma de reír. Aunque, pese al mutuo trato, aun hay un respeto extraño y hermoso, un especial cuidado para no lastimarse, para usar la palabra precisa.
Sin admitirlo, quizás sin saberlo si quiera, están preparándose para otra cosa que no es una simple y bella amistad.
Hablan de todo, hablan de las cosas de la calle, tan visibles, y de lo que no es tan material. Se preguntan, recuerdo como se preguntan, cuántas dimensiones existen, si hay algo más que tiempo y espacio. Ella llama a su hermana, que es matemática, para ver si les puede ayudar…
Si hay algo más que tiempo y espacio donde poder seguir caminando y riendo después. Mucho después.
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